El Parque Nacional Chirripó – Montaña de las Aguas Eternas, en la lengua cabécar- es uno de los tesoros naturales más amados por los costarricenses. Místico, asombroso, placentero; con sus formaciones rocosas, valles y lagos de origen glacial, es un atractivo para investigadores y turistas, que llegan a visitarlo desde todos los continentes.
Con 50 mil hectáreas, el Parque Chirripó, está ubicado en la Cordillera de Talamanca. Al Parque Nacional Chirripó lo corona el cerro Chirripó, con 3820 m.s.n.m., la mayor altitud del territorio costarricense. Frío en las madrugadas (al punto de congelación) y deliciosamente caluroso en el día, durante las temporadas secas, el Parque es un hermoso complejo de áreas glaciares, formaciones rocosas, bosques húmedos y nubosos y páramo tropical habitado por diversas especies animales.
Es fuente de vida para los animales y también para los seres humanos, que se abastecen de agua de sus dos cuencas principales (Chirripó Pacífico/Río Grande de Térraba, en el Pacífico) y (Chirripó Atlántico/Matina, en el Caribe) para el consumo y los quehaceres domésticos y el desarrollo de la agricultura.
Este espléndido territorio fue declarado como Parque Nacional mediante la Ley Nº 5773, de 29 de julio de 1975 y, desde entonces, permanece bajo la más estricta protección estatal y la sociedad local, para preservarlo como el tesoro que es. Para visitarlo hay que hacerlo a pie; desde la comunidad de San Gerardo, bajo un estricto control orientado a minimizar al máximo el daño al medio ambiente.